IMPORTANCIA DE LA TERAPIA OCUPACIONAL EN EL DESARROLLO DE LA ESCRITURA.

La Terapia Ocupacional dentro del sistema escolar juega un papel muy importante y necesario para el adecuado desempeño de los niños que presenten o no dificultades en los aprendizajes. Dentro de este campo de acción la Terapia Ocupacional se centra en los áreas de integración visomotriz, percepción visual, motricidad fina y gruesa (las áreas del desarrollo psicomotriz), desarrollo de la preescritura, escritura, y desarrollo de los aprendizajes de acuerdo a la edad del desarrollo del niño.
La Terapia Ocupacional dentro del ámbito escolar es un mundo sin explorar en nuestro país, en los cuales se está iniciando e implementando los servicios especializados de un terapeuta ocupacional de planta en varias escuelas o utilizando de forma directa y privadas los mismos.
Desde el punto de vista de la percepción visual la Terapia Ocupacional se centra en 5 áreas de importancia que son la de relaciones espaciales, figura fondo, memoria visual, cierre visual y discriminación visual. La percepción visual es el proceso responsable de recibir e interpretar el estímulo visual. La misma es necesaria para reconocer formas, colores, objetos, así como discriminar tamaños y relaciones espaciales entre objetos. Las relaciones espaciales se enfoca en como el niño organiza y relaciona las figuras, letras y números en un espacio, la cual es necesaria para organizar las letras y palabras dentro del renglón de escritura. La segunda es la de figura fondo que es necesaria para que el niño pueda reconocer figuras inmersas en otras, el niño debe de tener la capacidad de ver la figura dominante dentro de varias figuras. El área de memoria visual el niño debe de recordar la figura que es exactamente igual dentro de un grupo de figuras, esta es necesaria para que el niño pueda recordar letras, números y figuras que se encuentran en el tablero y luego cuando bajan la cabeza para escribir puedan recordar y transcribir lo observado. Cierre visual es el área en donde el niño al observar figuras incompletas debe de tener la capacidad de imaginar visualmente que si completa la figura cual es el producto final, es necesaria para una organización visual de las letras y números. Por último esta el área de discriminación visual en donde el niño debe de reconocer la figura que no es parecida a los demás estímulos, esta es necesaria para que los niños y niñas puedan diferenciar letras y números por ejemplo: el 6 y el 9 o la g y la q.
El rol del terapeuta ocupacional es el de fomentar el desarrollo de esas habilidades perceptuales por medio de actividades y juegos que estimulan y retan al niño a ejercitar sus destrezas visuales.
Desde el punto de vista de la integración visomotriz es otro campo de gran importancia para el adecuado desarrollo de la escritura.
La integración visomotriz es el grado en el cual la percepción visual y los movimientos dedo-mano están bien coordinados.
En esta parte podemos desglosar las áreas para una mayor comprensión, explicando un poco por separado cada área como se ha hecho con la percepción visual.
La coordinación motriz la vemos como el desarrollo de los patrones individuales de la mano sin denotar la parte visual, en esta se busca observar detalladamente como el niño responde a sus movimientos manuales dentro de una actividad. Una forma de evaluar esta área seria colocando tareas en las cuales el niño debe trazar sin salirse dentro de un área marcada, por ejemplo trazando líneas dentro de un renglón, que también sirve para observar calidad de trazado y fuerza en el trazado.
Como ya explique cada una por separado la percepción visual y la coordinación motriz, ahora explicaré como es que trabajan relacionadas en la lectoescritura, tomaría el nombre de Integración Visomotriz.

La integración visomotriz no es más que la combinación de la coordinación motriz y la percepción visual para la ejecución de una actividad. En la escritura es importante un adecuado desarrollo de la Integración Visomotriz, dependiendo del nivel de desarrollo de integración visomotriz así mismo será la capacidad de escritura y de transcribir figuras en un niño. Un niño de 4 años percibe de forma diferentes las figuras que un niño de 6 años debido a su nivel de desarrollo, por ende este de 4 años las va a representar gráficamente diferente que el de 6 años. También, puede el niño percibir una figura de una forma y su coordinación motriz no se encuentra desarrollada adecuadamente, por ende no va a representar gráficamente la figura como la percibió porque los componentes motrices de la mano no se lo permiten. De ahí parte la premisa de que es de vital importancia que estas áreas y la interacción de ambas estén en optimas condiciones y el niño pueda estar preparado para la complicada función de leer y escribir. Todo esto guarda relación con los niveles madurativos de las áreas de percepción visual, coordinación motriz y más especializada la interacción de ambas áreas en una actividad.

DESARROLLO DE LA MOTRICIDAD FINA EN LOS NIÑOS DE 0 A 6 AÑOS

El desarrollo de la motricidad fina es de vital importancia en todo el proceso del aprendizaje de los niños.

La motricidad fina comprende todas aquellas actividades o movimientos con un nivel mas alto de coordinación, mas precisión y mas complejas del desarrollo motor de los niños. Todo esto depende de un adecuado desarrollo neuromotriz, ya que requiere un aprendizaje largo para su adquisición y para poder realizar una serie de tareas con unos resultados adecuados.Las habilidades de aprender y desempeñar la motricidad fina dependen de varios componentes, que incluyen alcanzar, asir, soltar, destreza, manipulación, uso de ambas manos y habilidades visomotoras.

Haciendo una retrospectiva bien resumida del desarrollo neurológico de los niños vemos que la primera participación de la motricidad fina en los bebés se observa entre los 0-2 meses de nacido a través de uno de los reflejos primitivos, que es el “agarre de prensión” en donde el niño responde cerrando la mano de forma abrupta cuando es estimulado en la palma de la mano. A los 4-8 meses el reflejo de prensión se debilita y el niño comienza a agarrar objetos voluntariamente y con mayor facilidad utilizando un agarre de tipo cubital, palmar y apretada, toma objetos como cubos, cascabeles y pelotas. Intenta agarrar objetos en la línea media. De los 8-12 meses se observa una maduración en las pinzas para tomar objetos pequeños, pasa objetos de una mano a la otra, usa ambas manos para tomar y sostener objetos grandes, suelta los objetos en forma voluntaria, aunque mal controlado, le gusta lanzar, pegar con los objetos y botarlo, aún no demuestra preferencia manual. De 1-2 años utiliza con más precisión la pinza fina para sostener objetos pequeños, suelta los objetos de forma controlada, arma torres de 2 a 5 cubos, raya o hace garabatos con un lápiz de color. De los 2-3 años se desarrolla la manipulación, puede mover objetos de la palma de la mano a los dedos sin la ayuda de la otra mano, usa ambas manos para abrir cajas, da cuerda a los juguetes, ensarta cuentas grandes, copia líneas simples, y corta con tijeras. De 3-4 años el niño maneja cierres grandes, usa bien las manos para vestirse y desvestirse, colorea sobre líneas y copia formas simples, corta formas grandes con tijeras. De los 4-6 años el niño aprende a atarse los cordones, aprende a escribir su nombre, copia todas las letras, número y frases cortas, comienza a usar tenedor y cuchillo para cortas, completa rompecabezas de hasta veinte piezas, abre la mayoría de los envoltorios y maneja el ratón de la computadora.

En estas fases del desarrollo es de vital importancia la adecuada evaluación y estimulación de los diferentes niveles del desarrollo de la motricidad fina.
Tenemos que tener en cuenta que por lo general la función de las extremidades superiores progresa de gruesa a fina, de proximal a distal, de los general a lo específico, de cubital a radial y de patrones mas asimétricos a mas simétricos.