Es importante estimular cada una de las áreas del desarrollo psicomotor en los niños desde el nacimiento, para que estas áreas se encuentren en óptimas condiciones y así los niños puedan asimilar adecuadamente por diversos canales sensoriales los aprendizajes.
Muchas veces los padres y maestros se encuentran con la incógnita si el niño presenta la madurez adecuada para ciertos aprendizajes. La madurez escolar son aquellas capacidades, habilidades y destrezas que debe de presentar el niño para ingresar al sistema escolar. El niño debe de tener cierto nivel de desarrollo físico, psíquico y social que le permitan adaptarse y enfrentar adecuadamente los requerimientos y exigencias del sistema educativo en el cual se va a desenvolver.
Las funciones básicas para el aprendizaje son aquellas habilidades del desarrollo que le servirán al niño como herramientas para desenvolverse en actividades pre-académicas que condicionan el aprestamiento para determinados aprendizajes. Estas funciones dependen de un adecuado desarrollo de las áreas psicomotrices encargadas de la realización de estas habilidades, las cuales hay que estimular desde el vientre materno y continuar después del nacimiento del niño.
El desarrollo de las áreas que determinan las funciones básicas de los aprendizajes son:
• Psicomotricidad
• Percepción
• Lenguaje
• Pensamiento
La explicación sencilla de ¿qué es la “psicomotricidad”?, es como el niño integra sus componentes cognitivos, físicos y afectivos para la realización de una actividad. De ahí surge la concepción de que para que se dé una adecuada psicomotricidad hay que tener en cuenta la dimensión motriz, la dimensión cognitiva y la dimensión afectiva. Por ejemplo cuando un niño realiza la actividad de recorte sobre una línea recta necesita estar organizado en las tres dimensiones, debe de tener reconocimiento de la línea recta, comprensión de la orden que se le da y mantenimiento de la actividad, concentración y atención (dimensión cognitiva), debe de tener adecuada coordinación manual, visual e integración de ambas, adecuada postura y adecuado control motor general (dimensión motriz) y por último el niño necesita estar relajado, calmado, motivado para realizar esta actividad compleja del recorte (dimensión afectiva). Así vemos, como relacionamos estas tres dimensiones de vital importancia para el desarrollo de los niños en múltiples actividades. De ahí, surge la necesidad de una adecuada evaluación cuando los niños comienzan a tener dificultades en la ejecución de actividades escolares que serian los productos finales del desarrollo psicomotor en los niños. Es importante discernir cuales de los componentes están afectando el desempeño escolar, siendo el punto de partida para llegar a las medidas correctivas adecuadas. Cabe resaltar que cada una de las dimensiones lleva medidas correctivas específicas para su adecuada solución.
Otras de las áreas básicas para el desarrollo de las habilidades escolares es la “Percepción”, la que podemos denominar como la capacidad de asimilar e interpretar los estímulos percibidos por los sentidos los cuales dependerán de los conocimientos previos. Esta la podemos clasificar en percepción háptica (discriminación táctil y Kinestésica orientada a una actividad motriz), percepción táctil (la información se adquiere por la piel), Kinestésica (la información se adquiere por los movimientos del cuerpo), percepción visual (capacidad de discriminar e interpretar estímulos visuales) y la percepción auditiva (capacidad de discriminar e interpretar estímulos auditivos), todas estas utilizadas como vías de acceso para los aprendizajes.
El “lenguaje”, es un código socialmente compartido, o un sistema convencional, que sirve para representar conceptos mediante la utilización de símbolos arbitrarios y de combinaciones de estos, que están regidas por reglas. Es importante el desarrollo del lenguaje desde etapas tempranas los cuales marcan los hitos de la comunicación. Un adecuado desarrollo del lenguaje llevara al niño a un adecuado desarrollo de las habilidades de lectura y escritura respectivamente.
El “pensamiento” es la capacidad que tenemos para solucionar problemas o situaciones en un momento determinado de la vida a partir del uso de habilidades cognitivas y de conocimientos previamente adquiridos. Para realizar una acción el niño debe razonar y seleccionar la información necesaria para dicho momento, por ejemplo: si el niño quiere pasar un espacio húmedo en el pasto, primero mira el espacio, piensa en opciones (caminar alrededor o tirar piedras y armar un camino o tirar una madera para poder pasar el espacio húmedo en el pasto), todas las opciones tomadas por el niño requirió de un razonamiento y por ende de un pensamiento ya establecido en él. Es importante exponer al niño a la exploración de su medio ambiente y promover la independencia encaminada a la solución y análisis de los problemas y situaciones que se le presentan. Es importante también evitar solucionarles todo a los niños sin antes exponerlos a la intensión de la solución de manera independiente.
Cada una de las áreas expuestas en este artículo es importante estimularlas adecuadamente para que los canales de entrada de los aprendizajes y de salida de las respuestas adaptativas sean cónsonos con lo que esperamos en respuestas a los niveles de desempeño escolar de los niños.
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lunes, 18 de marzo de 2013
lunes, 25 de febrero de 2013
Déficits de Integración Sensorial y sus Manifestaciones en Trastornos del Aprendizaje
Por: Mgtr. Ramiro Campos & Mgtr. Jorge Martínez
Neurorehabilitadores Pediátricos & Psicopedagogos
Centro integral terapéutico y del aprendizaje – 507-67231290.
El aprendizaje en la escuela requiere que los estudiantes presten atención, observen, memoricen, entiendan, establezcan metas y asuman la responsabilidad de su propio aprendizaje. Estas actividades cognitivas son imposibles sin la participación activa y el compromiso de los sistemas sensoriales y propioceptivos vestibulares (en el oído)de los alumnos. los estudiantes son activos y estos sistemas apoyan al menor a orientar sus metas, al construir sobre su deseo natural de explorar, entender cosas nuevas y dominarlas.
Fue hasta mediados del siglo XX cuando algunos investigadores trataron de encontrar las verdaderas razones del bajo rendimiento escolar, sobre todo en niños que por su desempeño en otras áreas daban muestras fehacientes de su capacidad e inteligencia. Una pionera en el tema de integración sensorial es Jean Ayres .Las hipótesis acerca de las causas las podemos dividir en dos grandes líneas: la primera que asume los problemas del sistema escolar como propios, y la segunda que centra la problemática de la integración de los sentidos en los pequeños que no aprenden.
Pero… ¿cuál es la causa que puede explicar los trastornos de integración sensorial y su manifestación en las actividades de aprendizaje? El tema sigue inquietando a muchos estudiosos en diversos campos como la terapia ocupacional, la pedagogía y la fonoaudiología entre otros y con múltiples enfoques; y es que el problema, lejos de haberse resuelto, conforme se le conoce se muestra más complicado y revela, sin lugar a dudas, la fascinante complejidad de la mente humana y la integración de los sentidos.
La Integración Sensorial es la función que cumple el Sistema Nervioso al procesar todo lo que captan nuestros órganos sensoriales.
Cada día recibimos millones de estímulos que el Sistema Nervioso debe seleccionar, pues muchos de ellos son irrelevantes y debemos inhibirlos para no sentirnos abrumados y poder lograr los objetivos que nos proponemos en cada momento. Vivir sin esta inhibición sería realmente agotador y difícil. Sin ella, no podríamos prestar atención a lo que nos interesa, sino que atenderíamos a diferentes estímulos a la vez, teniendo que realizar un gran esfuerzo por centrarnos en la tarea más simple.
En cada uno de los pequeños actos que realizamos a diario, cada vez que nos movemos, hablamos, nos relacionamos con los demás… existe una perfecta coordinación entre la información que entra en el Sistema Nervioso a través de los sentidos, y la que sale, en forma de nuestro comportamiento y nuestra actitud ante todo lo que nos rodea. Cuando nuestro cerebro procesa de forma correcta los estímulos que nos llegan, respondemos adecuadamente y de forma automática
Generalmente nos encontramos con niños que tienen ambas problemáticas, aunque no se sabe qué fue primero: si el problema emocional y luego el bajo rendimiento, o viceversa. Con todas estas explicaciones, podemos analizar que el bajo rendimiento escolar amerita que cada caso deba estudiarse en su contexto e historia personal, para poder establecer un buen diagnóstico efectuado por un equipo interdisciplinario y desde luego ofrecer a cada pequeño la solución adecuada. Lo que sí queda muy claro es la complejidad de todos y cada uno de los factores que intervienen en el aprendizaje; y que precisamente por ser algo cotidiano y natural no nos percatamos de lo maravilloso que es el proceso de aprendizaje de los niños que sí aprenden.
Los niños, la disfunción en la integración sensorial se hace muchas veces evidente ya desde edades tempranas. Debe preocuparnos, pues compromete su futuro éxito escolar, su manera de relacionarse y su autoestima. Son niños sanos, algunos con inteligencias superiores a la media, pero con comportamientos que sobresalen del grueso de los niños de su misma edad. Pueden mostrar una gran falta de control emocional, con reacciones exageradas y miedos a cosas habituales e inofensivas o a cualquier cambio en su rutina diaria. Tienen dificultad para prestar atención en clase y parecen no entender lo que se les dice. Se les califica como vagos e inquietos y tienen problemas de aprendizaje.
Estos niños sufren un déficit en su integración sensorial, la información que llega a su cerebro no es bien interpretada y organizada por lo que son víctimas de esta desorganización. A menudo se les riñe y llama la atención, por lo que caen en estados de ansiedad y frustración. Como resultado, estos pequeños se vuelven apáticos o hiperactivos y agresivos, y pierden interés en las clases.
Cómo responde un niño ante el tacto puede darnos información sobre el estado de su integración sensorial. Algunos niños huyen del contacto físico con los demás, lo rechazan o reaccionan violentamente como si se les agrediese cuando otra persona les toca, sobre todo cuando lo hacen improvisadamente. Otros niños buscan más estimulación táctil de la que normalmente reciben, les gusta revolcarse por el suelo, luchar con fuerza y parecen no sentir dolor ante los golpes. En ocasiones buscan tranquilizarse o entretenerse tocándose insistentemente el pelo, la oreja, metiéndose algo en la boca
El abordaje debe ser principalmente por 4 especialistas , el terapeuta ocupacional que ayudara a la integración de los sentidos, el maestro que regulara las adaptaciones en el salón y el curriculum , el fonoaudiólogo que integrara las habilidades motoras orales y déficit fonológicos y fonéticos y el psicopedagogo que abordara las estrategias para aprender del menor .
Para ver las diferencias de conceptos entre estimulación sensorial, multisensorial e integración sensorial visita www.citaprendizaje.com
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