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lunes, 25 de febrero de 2013

Déficits de Integración Sensorial y sus Manifestaciones en Trastornos del Aprendizaje

Por: Mgtr. Ramiro Campos & Mgtr. Jorge Martínez

Neurorehabilitadores Pediátricos & Psicopedagogos

Centro integral terapéutico y del aprendizaje – 507-67231290.

El aprendizaje en la escuela requiere que los estudiantes presten atención, observen, memoricen, entiendan, establezcan metas y asuman la responsabilidad de su propio aprendizaje. Estas actividades cognitivas son imposibles sin la participación activa y el compromiso de los sistemas sensoriales y propioceptivos vestibulares (en el oído)de los alumnos. los estudiantes son activos y estos sistemas apoyan al menor a orientar sus metas, al construir sobre su deseo natural de explorar, entender cosas nuevas y dominarlas.

Fue hasta mediados del siglo XX cuando algunos investigadores trataron de encontrar las verdaderas razones del bajo rendimiento escolar, sobre todo en niños que por su desempeño en otras áreas daban muestras fehacientes de su capacidad e inteligencia. Una pionera en el tema de integración sensorial es Jean Ayres .Las hipótesis acerca de las causas las podemos dividir en dos grandes líneas: la primera que asume los problemas del sistema escolar como propios, y la segunda que centra la problemática de la integración de los sentidos en los pequeños que no aprenden.

Pero… ¿cuál es la causa que puede explicar los trastornos de integración sensorial y su manifestación en las actividades de aprendizaje? El tema sigue inquietando a muchos estudiosos en diversos campos como la terapia ocupacional, la pedagogía y la fonoaudiología entre otros y con múltiples enfoques; y es que el problema, lejos de haberse resuelto, conforme se le conoce se muestra más complicado y revela, sin lugar a dudas, la fascinante complejidad de la mente humana y la integración de los sentidos.

La Integración Sensorial es la función que cumple el Sistema Nervioso al procesar todo lo que captan nuestros órganos sensoriales.

Cada día recibimos millones de estímulos que el Sistema Nervioso debe seleccionar, pues muchos de ellos son irrelevantes y debemos inhibirlos para no sentirnos abrumados y poder lograr los objetivos que nos proponemos en cada momento. Vivir sin esta inhibición sería realmente agotador y difícil. Sin ella, no podríamos prestar atención a lo que nos interesa, sino que atenderíamos a diferentes estímulos a la vez, teniendo que realizar un gran esfuerzo por centrarnos en la tarea más simple.

En cada uno de los pequeños actos que realizamos a diario, cada vez que nos movemos, hablamos, nos relacionamos con los demás… existe una perfecta coordinación entre la información que entra en el Sistema Nervioso a través de los sentidos, y la que sale, en forma de nuestro comportamiento y nuestra actitud ante todo lo que nos rodea. Cuando nuestro cerebro procesa de forma correcta los estímulos que nos llegan, respondemos adecuadamente y de forma automática

Generalmente nos encontramos con niños que tienen ambas problemáticas, aunque no se sabe qué fue primero: si el problema emocional y luego el bajo rendimiento, o viceversa. Con todas estas explicaciones, podemos analizar que el bajo rendimiento escolar amerita que cada caso deba estudiarse en su contexto e historia personal, para poder establecer un buen diagnóstico efectuado por un equipo interdisciplinario y desde luego ofrecer a cada pequeño la solución adecuada. Lo que sí queda muy claro es la complejidad de todos y cada uno de los factores que intervienen en el aprendizaje; y que precisamente por ser algo cotidiano y natural no nos percatamos de lo maravilloso que es el proceso de aprendizaje de los niños que sí aprenden.

Los niños, la disfunción en la integración sensorial se hace muchas veces evidente ya desde edades tempranas. Debe preocuparnos, pues compromete su futuro éxito escolar, su manera de relacionarse y su autoestima. Son niños sanos, algunos con inteligencias superiores a la media, pero con comportamientos que sobresalen del grueso de los niños de su misma edad. Pueden mostrar una gran falta de control emocional, con reacciones exageradas y miedos a cosas habituales e inofensivas o a cualquier cambio en su rutina diaria. Tienen dificultad para prestar atención en clase y parecen no entender lo que se les dice. Se les califica como vagos e inquietos y tienen problemas de aprendizaje.

Estos niños sufren un déficit en su integración sensorial, la información que llega a su cerebro no es bien interpretada y organizada por lo que son víctimas de esta desorganización. A menudo se les riñe y llama la atención, por lo que caen en estados de ansiedad y frustración. Como resultado, estos pequeños se vuelven apáticos o hiperactivos y agresivos, y pierden interés en las clases.

Cómo responde un niño ante el tacto puede darnos información sobre el estado de su integración sensorial. Algunos niños huyen del contacto físico con los demás, lo rechazan o reaccionan violentamente como si se les agrediese cuando otra persona les toca, sobre todo cuando lo hacen improvisadamente. Otros niños buscan más estimulación táctil de la que normalmente reciben, les gusta revolcarse por el suelo, luchar con fuerza y parecen no sentir dolor ante los golpes. En ocasiones buscan tranquilizarse o entretenerse tocándose insistentemente el pelo, la oreja, metiéndose algo en la boca

El abordaje debe ser principalmente por 4 especialistas , el terapeuta ocupacional que ayudara a la integración de los sentidos, el maestro que regulara las adaptaciones en el salón y el curriculum , el fonoaudiólogo que integrara las habilidades motoras orales y déficit fonológicos y fonéticos y el psicopedagogo que abordara las estrategias para aprender del menor .
Para ver las diferencias de conceptos entre estimulación sensorial, multisensorial e integración sensorial visita www.citaprendizaje.com